
Lo realmente extraño, es que en lo que va de este mes, apenas hemos tenido días “buenos”, ya que los chubascos y chaparrones apenas han dejado un par de días de tregua, hay que sumar las diferentes bajadas y subidas térmicas, que se están dando, muy propicias para los catarros primaverales ya que lo mismo nos desabrigamos con el buen tiempo que de repente tenemos que echar mano a un buen abrigo por la caída del mercurio.
Bien cierto es que nunca llueve a gusto de todos, aunque el refranero español ya lo deja muy claro en lo que concierne a este mes “En abril aguas mil”. A las personas con diferentes problemas de alergia, esta climatología les favorece ya que con las lluvias caídas los niveles de pólenes han bajado considerablemente, sin embargo cuando se imponga el buen tiempo aumentaran de forma vertiginosa los mismos.