Comenzaba el puente de Todos los Santos y fieles difuntos
con la estrambótica y nada tradicional fiesta de hallowen, y es que en nuestro
país parece ser….que no tenemos bastante con unas fiestas de carnaval al inicio
de la cuaresma, sino que nos traemos otro de importación USA. Dejamos perder
nuestras mas ancestrales tradiciones mediterráneas de celebrar estos días
dedicados a los seres queridos que ya no se encuentran entre nosotros, por una
chabacana americana que nada dice sobre la tradición del pueblo español.
Sin embargo, el día 1 y 2 vino a demostrar que aún perdura
el sentido común del pueblo ruteño. Incesante fue el trasiego de gentes por el
camposanto, llevando flores o simplemente visitando a los que allí se
encuentran.
El día 2, fiesta de los fieles difuntos tenía lugar en la
explanada del cementerio a las 12 de la mañana y ante centenares de fieles la
tradicional misa presidida por D. Francisco Aurioles, párroco de la parroquia
de San Francisco de Asís. Por la tarde y como novedad la cofradía de Nuestra
Señora de la Soledad, organizaba un Rosario por el interior del cementerio,
acto al que acudió también un numeroso grupo de público.